Comienzo este blog dedicando mi primer post a las peonzas. Simplemente, este objeto de juego me fascina. Desde que cayó en mis manos la primera no he podido dejar de coleccionarlas. En estos momentos tengo reunidas más de 500… ¡sin contar las repetidas! Las hay de cerámica, de madera espléndidamente moldeadas o de corte más rústico, de cristal, de cartón-piedra, de papel hechas en origami y más recientemente, de plástico.

Las hay de curiosas como las que “silban” al girar, o las ópticas que cambian de color o de forma, o la partera que al caer se abre y hace saltar otras pequeñas peonzas de su interior. O la Levitrón que consigue bailar levitando, sin rozamiento alguno.
Su funcionamiento es siempre el mismo: se trata de hacerlas girar sobre su eje, situado de forma perpendicular a su centro de gravedad. La velocidad del giro es lo que les permite permanecer en pie “bailando” en un efecto giroscópico.
Realmente parece mágico y nos remite a imágenes también mágicas como la rotación de la tierra en torno a si misma y al sistema solar o la espectacular danza meditativa de los Derviches.
Su funcionamiento, en general, se me resiste… quizás por eso las colecciono. A ver si de tanto mirarlas y tocarlas, consigo que me giren sin parar. Con las de palo, ya ni lo intento. Con las de cuerda he conseguido hacer algún que otro estropicio y pocas vueltas, pero continúo intentándolo. Las perinolas, esas que se hacen girar con los dedos, son mis reinas. Ahí sí que me luzco.

Este curioso objeto de juego ha acompañado a la humanidad desde hace miles de años. Las primeras noticias las tenemos allá por el año 4.000 a.C. a orillas del río Éufrates, donde se han encontrado algunos ejemplares hechos con arcilla. Los encontramos también mencionados en numerosos textos de antiguos sabios griegos como Platón, que nos habla de los “strobilos” en La República (IV, 436d), reflexionando sobre si una peonza que gira sobre si misma, se mueve o no; o Virgilio, quien explicó su manejo en versos de La Eneida (VII, 378).
Es decir, los niños romanos y griegos ya jugaban a la peonza; y también sabemos que se jugaba en Oriente, China y Japón y entre los indios de América del norte y del sur antes de “nuestra” llegada. Y hoy continuamos jugando, e incluso ¡editamos una colección de sellos en su honor!
Mi pregunta es ¿qué esconde este juego que es conocido en todas partes y que ha sobrevivido generación tras generación, a la sociedad que lo imaginó? Me maravilla que un mismo objeto pueda tener tanta infinidad de formas y colores. Es así como cada sociedad ha imprimido a su peonza parte de su cultura. Los materiales utilizados, sus formas, la manera y motivos de decorarlas… cada uno de estos aspectos nos habla de sus creadores, así como las formas de jugar nos hablan de sus jugadores.
A mí me despiertan la curiosidad, me provocan sorpresa y reto y me desvelan el gusto por la belleza. Para mí, las peonzas son uno de los juguetes más simples y a la vez más complejos que hemos sido capaces de crear. Acepto el reto de hacerlas girar y me quedo encantada, perdiendo la noción del tiempo, mirándolas bailar.
Os dejo con las peonzas naturales: como siempre, la naturaleza juega primero:


FELICIDADES IMMA!!!
Me parece una idea fantástica este BLOG, seguro que nos aportará cientos de informaciones, ideas, pensamientos, juegos…que hagan un poquito mejor nuestras vidas!! Acabo ahora mismo de incluir tu BLOG en mis favoritos!!!!
Bienvenida al mundo de los blogueros… Excelente iniciativa y excelente entrada. Felicidades y seguro que estaré siguiendote por aqui. Cariños siempre desde tierra caliente!!!,
Hay una peonza que por mucho que la maltratemos sigue girando sin parar. Tiene el eje torcido y da una vuelta al día sin caerse… y es la tercera peonza del Sistema Peonzolar y es ella la que nos hace girar a nostros.
Felicitats i que el teu blog doni més voltes que 500 baldufes!
Jeje ¡desde luego no podías empezar con otro juguete!
Me encanta el fondo del blog, ahora veo que imita una especie de tejado de casa de muñecas, pero en el primer momento he pensado que era una pieza de Lego! 🙂
Felicidades por el blog, qué ilusión!! Lo seguiremos con entusiasmo 😀
Me encanta saber de ti y de lo que haces (siempre maravilloso). Reenvio el contacto a compañeros que estoy segura también estaran encantados.
No cambies nunca. Pepa
Gracias amigos por todas vuestras felicitaciones, aportaciones, sugerencias, comentarios e ideas, que me estan llegando ¡por todos los medios!!! Me animan y enriquecen. Gracias por compartir vuestro entusiasmo y vuestras ganas de JUGAR!
Gràcies amics per totes les vostres felicitacions, aportacions, suggerencies, comentaris i idees, que m’estan arribant per tots els mitjans!!! M’animen i enriqueixen. Gracies per compartir el vostre entusiasme i les vostres ganes de JUGAR!
En Ferran, expert «baldufero» de qui teniu l’enllaç en el post de les baldufes, m’envia l’enllaç de l’Associacio Amics de la Baldufa, de la qu’en és soci, http://www.baldufa.com
Gràcies Ferran!! Gira el món i torna al Born…, això deia la meva àvia, així que epero que la roda ens faci coincidir ben aviat!
Esto promete!!!! Vamos a tener un nuevo blog que nos presentara todo un gran mundo escondido del JUEGO. Y también el abierto y publico.
Siempre he asociado el juego con la pasión. No se si esta asociación es muy ortodoxa pero yo noto la relación siempre.
Tu iniciativa no podía ser mejor, IMMA. Y nadie mejor que tú para tener un blog sobre el juego. Creo que el juego no tiene edad, aunque nos empeñemos en ponérsela. Jugar forma parte de nuestras habilidades sociales, de nuestra relación con los demás, sea la edad que sea. Fomentar el juego es mantener nuestro espíritu jovial y ¿por qué no ?infantil. Un abrazo