Hace unas semanas, en el Museo de Les Arts Decoratifs de París se podía visitar la exposición VILAC 100 ans de Jouets en bois.
Uno de los principales valores de la marca VILAC, además de su perfecto acabado de la madera con formas redondeadas, colores impactantes y lacados perfectos, es sin duda su vinculación al diseño. Artesanos, diseñadores y artistas han dejado durante estos 100 años de historia su especial huella.
Entre los más de 500 juguetes expuestos, se pudo disfrutar de auténticas maravillas de ayer que continúan enamorando a niños y mayores hoy, como la rana Yabon, o las reproducciones de Keith Haring, como este precioso balancín.
O este otro arrastre, de divertido y simpático diseño de tiburón que corre meneando todo su cuerpo, a la vez que va dando coletazos.
La empresa nació en 1911 en los bosques del Jura, valle emblemático para los juguetes de madera franceses. Esta exposición es signo sin duda de su vitalidad después de estos 100 años de recorrido y nos inscribe dentro de el imaginario de la memoria colectiva de varias generaciones.