Pues sí. Esto es lo que es l’Auberge des VoyaJoueurs en la Bretagne francesa, en pleno bosque de Brocéliande, cerca de Vannes.
El proyecto tiene ya dos años y es una iniciativa de Anne-Sophie Hochet. Se trata de un sencillo y bonito hotel-albergue, pensado para todos los públicos y edades que disfrutan jugando. Para ello, como valor “insólito”, te ofrece más de 400 juegos de todo tipo y lugares para que disfrutes jugando en familia o con amigos.
Yo he pasado allí un par de días y me hubiera hecho falta, por lo menos toda una semana para poder disfrutarlos todos. Pero no me quejo… lo pasé estupendamente.
En el espacio exterior, además de los clásicos Conecta 4, mikado y ajedrez gigantes, criquet, bolos, anillas y cosas parecidas, aprendí un juego que empieza a ponerse de moda aquí. Se trata de un juego vikingo llamado kubbs. Aquí os dejo una foto y un video explicativo. Por cierto, el pasado sábado día 27, se organizó en Vallgorguina un campeonato de este juego.
También disfruté de todos los más de 20 juegos expuestos en la sala de juegos de habilidad. Y por último, la sala estrella en donde l’Auberge se luce de verdad, ofreciendo magníficas reproducciones de los juegos antiguos conocidos y no tan conocidos, junto a los últimos juegos publicados en Francia y Alemania.
Además, te ofrece la guía y explicación del personal del Auberge, que se conoce y explica los juegos de manera clara y apasionada. Imposible no aprender a jugar.
Si os perdéis por el mágico bosque de Brocéliande…, no dudéis en refugiaros en el Auberge des VoyaJoueurs. Tenéis la partida asegurada.
Que maravilloso Imma. Gracias por compartir esta experiencia, a ver si tengo la oportunidad algún dia de pasarme por ahi.
uauuuuuu!!! qué bueno, Imma!! Ahí sí que nos podríamos pasar unas horas jugando y charlando hasta el amanecer…
un abrazo gigante, re
Quina xulada Imma! Gràcies!!!
Mucha suerte con el proyecto lúdico-bloguero!
Te tendremos vigilada a través de Google Reader! 😉
Un abrazo.
aquí si que me gustaría pasar unos días, sería volver a la infancia, jugar sin preocuparse del tiempo.