El pasado 26 de noviembre tuve la magnífica oportunidad de participar de la I Jornada de Ocio Educativo Infantil, organizada por el Instituto Micropolix. Bajo el título de “El ocio en la infancia. Teoría y reflexiones sobre la influencia del ocio en el desarrollo de niños y niñas”, la Jornada contó con la participación de más de 200 profesionales y expertos en el ámbito de a educación, el ocio, la infancia y la pedagogía social, que compartieron su punto de vista sobre la influencia del ocio en el desarrollo de la infancia.A lo largo del día fuimos profundizando, des de distintos ámbitos, en el punto central del debate: el vínculo OCIO-JUEGO y el impacto que ambos tienen en el desarrollo de niños y niñas. Para ello se presentaron las conclusiones de las investigaciones realizadas por Micropolix durante 2011, con el fin de ahondar en las características del ocio desde los puntos de vista de la infancia, en primer lugar, y de los agentes que intervienen en el mismo (padres, sector público y sector privado). Sin pretender realizar un resumen exhaustivo y completo de la Jornada, me gustaría compartir las dos presentaciones que más me impactaron, ya fuere por su carácter innovador o por, a mi entender, el total acierto en sus planteamientos:
a) Manuel Cuenca, director del Instituto de Estudios de Ocio de la Universidad de Deusto, impartió la ponencia inaugural bajo el título “Cómo influye el ocio en el desarrollo de los niños”. Cuenca defendió la importancia del ocio como “experiencia vital que influye en el desarrollo de las personas, especialmente en el caso de los niños, como momento de consolidación de los principales rasgos de personalidad”; es decir, que el ocio genera modificaciones importantes en los estilos de vida de las personas mediante el traslado de los valores y actitudes relevantes hacia contextos vitales. Y si tomamos en consideración que buena parte del ocio es juego, podemos afirmar, tal y como afirma Cuenca, que “lo que aprendemos jugando se traslada a toda nuestra vida”. El ocio y el juego toman una nueva dimensión considerando el impacto que ejercen en la configuración de nuestra personalidad como adultos; eso es, nuestros hábitos, actitudes vitales y preferencias de ocio (según los estudios de Cuenca, más del 50% del ocio adulto está determinado por patrones desarrollados en la etapa infantil). El profesor Manuel Cuenca también hizo referencia a la teoría de las inteligencias múltiples de Gardner aludiendo a la importancia de facilitar diferentes contextos y experiencias de ocio a los niños y niñas con el objetivo de que puedan desarrollar diferentes habilidades que permitan su desarrollo integral.
En mi opinión, fue el análisis del estrecho vínculo entre OCIO y JUEGO aquello que despertó mayor interés entre los participantes, entre los cuales también me incluyo. El profesor Cuenca expuso muy detalladamente los aspectos que, según su parecer, son comunes entre ocio y juego: el autotelismo (¡el ocio y jugar son un fin en sí mismo!); la imprescindible espontaneidad-irracionalidad; el carácter liberador; la interdisciplinaridad; el carácter emocional (¡el juego y el ocio son experiencias vitales!); y finalmente, el carácter social, pues ocio y juego que nos permiten experiencias significativas de convivencia en sociedad.
b) Lourdes Gaitán, docotora en sociología, presentó las conclusiones del estudio “Ocio infantil en la Comunidad Autónoma de Madrid”, realizado por un equipo especializado del Grupo de Trabajo de Sociología de la Infancia y la Adolescencia del Colegio de Politólogos y Sociólogos de Madrid. Su exposición, rebosante de vitalidad y de reflexiones altamente provocadoras, dió a conocer algunas de las ideas más interesantes de la Jornada. La metodología del estudio presentado me pareció gratamente innovadora: Gaitán apuesta por dar la palabra a los niños y niñas, ¡escucharlos! Sin partir de hipótesis previas, los responsables del estudio pusieron en práctica distintas técnicas, como entrevistas grupales, donde los niños y niñas se proyectaban a cada edad. Esta forma de conocer las actitudes, hábitos y pensamientos de la infancia sobre su tiempo de ocio me parece del todo necesaria y acertada, pues a menudo confundimos la opinión de sus padres con la de ellos. Gaitán presentó también las cuatro condiciones que debe reunir el ocio según los niños, las cuales coinciden con las características del juego: “activo, voluntario, libre y divertido”. Es importantísimo, pues, que los niños puedan elegir a qué dedican su tiempo libre, ¡con libertad! Aunque esto no signifique la total desaparición de los adutos, los cuales deben guiar y tutelar.
Des de mi punto de vista, la reflexión más profunda, interesante y acertada fue aquella desarrollada tanto por Gaitán como Cuenca entorno a los beneficios del ocio y el juego, no únicamente para el presente del niño, sinó también y sobretodo para su desarrollo futuro. Así pues, es importantísimo comprender que la infancia es un momento clave en la vida de cualquier ser humano, pues es en esta etapa donde se conforman los soportes afectivos e intelectuales de la persona; y el binomio ocio-juego tiene un papel muy destacado en el desarrollo del niño.
Des de aquí quisiera felicitar al Instituto Micropolix por la excelente organización de toda la sesión y, sobretodo, agradecer a todos los participantes las múltiples reflexiones que provocaron en mí. ¡Confío en que nos encontraremos de nuevo el año que viene en la II Jornada!
Gracias Imma, de parte de Loudes.
Desde el Grupo pretendemos estar siempre en punto de encuentro entre la ciencia sociológica y la infancia/la adolescencia: dos dimensiones que pretendemos compactar con la Convención sobre los Derechos del Niño.
Me encantará mantenernos conectados y explorar posibles colaboraciones. Nuestros interesses y compromisos estan muy cercanos. Un abrazo.