Continuamos con el TEDxREUS, y como prometí en mi anterior post, ahora me centro en la que fué mi intervención, que como no podía ser de otra manera, se centró en la potencia del juego, esta vez enfocada desde la actual tendencia a la “gamificación” de todo tipo de actividades y procesos, es decir, de introducir dinámicas y mecanismos lúdicos en espacios hasta ahora, a menudo, alejados del juego y el ocio en general.
Nadie pone hoy en tela de juicio los beneficios del juego. Sabemos que es una fuente de estímulos que, además de procurar diversión, consigue que mantengamos la atención de manera sostenida, facilitando aprendizajes y descubrimientos. Cuando jugamos, nos mostramos como somos, nos comunicamos y generamos complicidades y vínculos, entre muchas otras cosas.
Hoy la fuerza del juego está más presente que nunca. La tecnología, cada vez más capaz, y una generación nacida alrededor de 1970 que no ha dejado nunca de jugar y que parece que no tienen ninguna intención de dejar de hacerlo, han sido el terreno perfecto para el nacimiento de una nueva forma de comunicar y educar que ha tomado el nombre de Gamification, que hemos traducido al castellano como gamificación.
Por primera vez la separación arbitraria entre ocio y trabajo, entre tiempo libre y obligación, placer y esfuerzo, banal y útil, se rompe. El juego penetra en todos los ámbitos: más allá del ocio y más allá de la infancia, invadiendo espacios y actividades de no-juego, convirtiéndose así, en aliado de marcas y empresas.
Sin embargo, si el juego está impactando en el mundo de la empresa, la salud o la política, ¿qué ocurre con la educación? La gamificación de la educación es todavía un gran reto pendiente. Es preciso poner el juego en el corazón del proceso de enseñanza y aprendizaje. No se trata de “hacer juegos” para entretener o hacer más agradable las obligaciones; no se trata de “utilizar el juego” como recurso o herramienta educativa. Se trata de entender el juego como metodología y estrategia de aprendizaje, activando la motivación intrínseca del alumnado, tal y como nos indica hoy la neurociencia; convirtiendo la formación en verdadera transformación de las personas. Me apropio, de esta manera, de la frase de Nietzche en Ecce Homo “No conozco ninguna otra manera de tratar las cosas importantes que el juego”.
A continuación y para terminar comparto el video de la intervención:
¿JUGAMOS?
PD: Queridos lectores catellanohablantes, la presentación powerpoint y el video de la conferencia únicamente se encuentran disponibles en catalán.