Empezamos con una nueva serie de posts con los docentes que nos acompañarán en el curso de extensión universitaria que empieza en enero en la Universitat de Barcelona y que coordinamos junto con Anna Forés: «Curs de Gamificació, eina transformadora en l’educació».En estos posts vamos a preguntarles sobre el aprendizaje, las metodologías lúdicas y los retos que suponen para ellos, introducir «juego» en sus formaciones.
Como la innovación y el juego son parte fundamental en Marinva, vamos a comenzar la casa por el tejado y así empezamos hablando de la evaluación. Y para ello contamos con Carlos G. Tardón, Doctor en Psicología, Ocio y Desarrollo Humano por el Instituto de Estudios de Ocio de la Universidad de Deusto, con una tesis doctoral sobre Videojuegos para la Transformación Social centrada en el estudio de Videojuegos Serios y Gamificación.
La sesión de Carlos se centrará en la evaluación gamificada para la motivación y el contracontrol. En palabras del propio Carlos, «el objetivo de esta sesión es tomar una perspectiva positiva respecto a la evaluación partiendo de los conceptos básicos de la gamificación. Por medio de una profunda reflexión se puede transformar la evaluación desde su actual estatus de castigo y control a uno de refuerzo y de empoderamiento. La evaluación debe ser no sólo una estructura de medida de la aptitudes o actitudes de los alumnos sino una herramienta para poder balancear la experiencia educativa de forma satisfactoria».
¿Qué retos debe afrontar el docente si quiere introducir metodologías lúdicas en el aprendizaje?
Creo que el principal es la percepción de banalización por parte de los demás docentes. Curiosamente parece que es necesaria una sobre explicación sobre el motivo de meter este tipo de metodologías en el aula, sobre todo si se lo pasan bien los alumnos, en especial en educación reglada de secundaria, bachillerato o universidad ya que se considera que los alumnos «vienen a aprender no a jugar», aunque se haya demostrado que jugando siempre se aprende.
¿Cuál es tu reto de aprendizaje como formador respecto a este curso?
Que los participantes puedan reinterpretar la evaluación pasando de ser un problema o una obligación, a convertirla en una forma creativa de gestionar el reto y adquirir información relevante para mejorar la calidad docente. La creación de estructuras de evaluación, sobre todo desde el punto de vista de gamificación y como herramienta de investigación, puede ayudar a controlar la experiencia educativa y empoderar no sólo al docente, sino también al alumno, haciendo de esta forma la situación más transparente para ambos.
Pues ya veis, el curso promete! Para más información sobre el curso no dudéis en consultar nuestra web.