Una de las experiencias más positivas de mi reciente viaje a New York ha sido conocer en vivo y directo la experiencia de Playworks.
Esta organización que trabaja en más de 20 estados de EEUU, tiene como misión mejorar la salud y el bienestar de los niños, incrementando las oportunidades de juego en la escuela, principalmente en el patio de recreo. Para ello hablan de dinamizar los patios a través de juegos sanos, seguros y relevantes para los niños, con un alto componente de movimiento y actividad física. No tenemos que olvidar el grave problema que sufre EEUU respecto a la obesidad infantil.
Desde nuestro estudio acerca de los patios de las escuelas en el área metropolitana de Barcelona, realizado por IPA Spain (International Play Assotiation in Spain), no he dejado de interesarme y trabajar en la transformación de los patios, como espacio privilegiado lleno de oportunidades educativas donde el poder del juego tiene un papel relevante (y ya sabéis mi convencimiento sobre los “poderes del juego”!!). Buscar experiencias inspiradoras de dónde aprender ha sido otro de mis objetivos y la de Playworks me ha parecido especialmente interesante, por tres razones:
1. Han sido capaces de elaborar una metodología de intervención en los patios y forman cuidadosamente a sus playworkers para que la puedan llevar a cabo con éxito
2.Analizan formal y metódicamente los resultados de su intervención consiguiendo datos que avalan su éxito:
3. Afrontan el debate “juego libre – juego estructurado en el patio” optando por el juego estructurado. Lo argumentan con sentido y demuestran con resultados que si bien, el aspecto físico del patio es importante, resulta mucho más relevante una correcta intervención a través del juego.
Las tres razones me parecen dignas de admiración, entre otras cosas, porque en nuestro país, en el campo de la educación no formal, estamos poco acostumbrados a crear metodologías de intervención, aplicarlas sistemáticamente, y sobre todo a analizarlos resultados obtenidos.
También me resulta especialmente interesante su enfoque en donde la dinamización es mucho más importante que la transformación física del patio. De hecho el patio que visitamos en la escuela PS 133 William A Butler School en Brooklyn, no tenía más que una pista de cemento con las marcas y canchas típicas de los campos de básquet, y alguna otras marcas pintadas en el suelo.
Resulta también especialmente estimulante su estilo de intervención que lo podríamos definir como de acompañamiento y de estimulación. Sus resultados son esperanzadores, sobre todo cuando te explican que en cada escuela tienen asignado un sólo playworker, apoyado por playworkers juniors: chicos y chicas de los cursos superiores, de la propia escuela, que se encargan de apoyar la dinamización del patio. Por supuesto, estos chicos y chicas también reciben formación y preparan las actividades y sobretodo su “rol” en el patio, junto al playworker.
En resumen, Playworker demuestra aquello que hace tiempo venimos diciendo: A través del enriquecimiento del juego en el patio de recreo podemos conseguir:
1. Mejorar la convivencia entre el alumnado en el patio y en general en la escuela
2. Reducir el número de conflictos, incluido el bullying
3. Mejorar los resultados académicos ya que los niños son capaces de concentrarse mejor y vuelven al aula con más ganas
4. Aumenta la participación en el aula: los alumnos adquieren más seguridad y autonomía
5. Favorecer la salud física y emocional
Como podéis imaginar, seguiremos en contacto con Playwork, compartiendo experiencias y aprendizajes mutuos y aplicando lo aprendido en nuestros patios hasta conseguir la transformación que tanto deseamos. Por cierto… ahora mismo en estamos trabajando en ello. Os lo explico en un nuevo post.
Y vosotros ¿tenéis experiencias y reflexiones a compartir en relación a los patios escolares o el poder del juego?
magnífica aquesta feina que fas. enveja sana és el que em provoca. suposo que la clau de tot això està en el playworker, perquè a casa nostra tinc la idea de que els professors no participen gaire de l’estona del pati, excepte en casos de conflictes entre els alumnes. En fi, que ho veig com un magnífic projecte aquest en el que estas treballant. felicitats
Hola Isaac, ja tens raó ja…! La nostra feina és fantàstica i la vivim amb passió i per això resulta tant «contagiosa»!! I també tens raó, els patis de les escoles del nostre país disten molt de ser espais d’oportunitats educatives i enriquidors de la capacitat lúdica i creativa dels infants. Per això ens sentim compromeses en fer-ho possible i ens esforcem en difondre bones pràctiques. Gràcies per les teves paraules encoratjadores. Una abraçada