Si escribir la carta a los Reyes Magos es una actividad importante, no lo es menos preparar la casa para la llegada de sus majestades.
Es de sentido común, si los Reyes llegan y se encuentran una casa desordenada, con juguetes por todas partes, tirados en el suelo, sucios y rotos; o, peor todavía, juguetes, guardados de cualquier manera, y con los que hace tiempo que no jugamos, lo más seguro es que se replanteen dejarnos o no más cosas, pues dudaran de que las queramos y disfrutemos realmente de ellas.
Para que esto no nos pase, lo mejor es no improvisar y aprovechar las vacaciones de Navidad para los preparativos. Qué cosas podemos prever:
- Buscar un lugar para los juguetes que lleguen, no sea el caso que los reyes lo vean todo tan lleno que piensen que los nuevos no cabrían y se los lleven. Seguro que hay juguetes con los que hace tiempo que no jugamos, puede ser que sean de cuando eramos pequeños y ahora no nos gusten. O puede ser que no nos hayan gustado nunca mucho. O se rompieron y ya no se puede jugar con ellos. Es hora entonces de hacer limpieza. Los rotos a la basura. Y los que están bien pero con los que ya no jugamos, lo mejor es limpiarlos, arreglarlos y regalarlos a algún primo más pequeño o a otro niño que los aproveche. Eso sí, ¡nos tienen que quedar como nuevos!
- Ordenar todos los juegos y juguetes, ¡especialmente los que nos trajeron el año anterior! Los Reyes son más generosos con aquellos niños y niñas que se ocupan de sus juguetes, los cuidan y los quieren. Ya tenemos trabajo entonces: habrá que bañar las muñecas y peinarlas, ponerles ropa limpia y bonita. Lo mismo con los coches, todos limpios, pulidos y ordenados en el párking o expuestos para que vean lo bonitos que los tenemos. Lo mismo con los cuentos, los disfraces, los títeres, los juegos de mesa…
Entre orden, limpieza y selección, tenemos las vacaciones llenas de actividades. Cuando descubrimos un juego con el que hace tiempo no jugamos o un títere que dábamos por perdido, seguro que nos volvían las ganas de volver a jugar.
Como por arte de magia , muchos juguetes recuperan su encanto, ni que sea para despedirnos de ellos, agradeciendo los buenos ratos compartidos.
La noche de Reyes también es un momento importante. Recordad:
- Poner un zapato de cada miembro de la familia cerca de una ventana, balcón o puerta. Si tenéis gato o perro y habéis pedido alguna cosa para el, dejad una huella o algún objeto (un hueso, la pelota, el collar…) No os olvidéis!
- Un poco de agua y paja para los camellos. Si no tenéis paja para los camellos, podéis dejar un poco de lechuga o una manzana. No les gusta mucho, pero si tienen hambre se lo comerán.
- Para los Reyes y los pajes, un poco de turrones, barquillos (especialmente de chocolate) y vino dulce o cava. Las golosinas les encantan, pero a un buen jamón y unas olivas seguro que no le harán ningún feo.
- Les encantará también encontrar un cartel de bienvenida y agradecimiento.
- Pensad en ir a dormir bien temprano y no os levantéis de la cama oigáis los ruidos que oigáis!
Y puede ser, que se sientan tan contentos de estar en vuestra casa y tan satisfechos de todo el trabajo que habéis hecho, que os dejen, más regalos y una carta escrita especialmente para vosotros. Qué emoción, ¿verdad?
¡¡Qué tengáis unos felices Reyes!!