Los viernes de los últimos meses he recomendado en Twitter varios juegos, tanto para jugar en modo solitario directamente en el teléfono móvil, como otros para poner en juego a amigos y familiares alrededor de una mesa.
Pero este verano os propongo olvidar las pantallas (si os gusta este tema recuperad el post sobre «10 ideas para aparcar las pantallas») y hacer del juego un acto social. Por eso hay que preparar y organizar el espacio de juego para que sea estimulante y nos permita jugar de manera cómoda. Preparad la mesa del comedor, extended un pañuelo bajo la sombra de un árbol o la toalla bajo el parasol: ¡empieza la partida! Ah!, y si jugáis con los más pequeños os recomiendo este tabla sobre «El Rol de los adultos en el juego de los niños».
Os deseo un muy buen verano de juegos. Nos reencontramos en septiembre. ¡Buena partida!
1. Swish. En primer lugar os propongo un juego de cartas transparentes que se convierte en un original puzzle donde lo más importante es identificar las cartas que encajen entre ellas… cuantas más mejor. La observación, la habilidad con las relaciones espaciales y la rapidez, son la clave del éxito en este juego. El objetivo: encontrar el máximo de coincidencias entre las cartas y quién lo consiga es quién gana la partida.
2. Código Secreto. Dos equipos de espías tienen que descifrar el código secreto, sin que el asesino los descubra. Un miembro del equipo va dando las pistas para descubrir las palabras que identifican a los personajes de su equipo, mientras el resto intenta descifrarlas encontrando así sus compañeros espías. Pero atención, si se equivocan y escogen una palabra incorrecta, el asesino los encontrará y perderán la partida.
3. 1.000 kilómetros. Los clásicos son clásicos a base de jugar y jugar y este es un buen ejemplo. He jugado en casa con la familia, pero también con los amigos, y en Marinva nos ha servido de inspiración para detectar ciertas mecánicas y aplicarlas a nuevos juegos. Hay varias estrategias para sumar kilómetros, y también para que los otros jugadores no los sumen. El objetivo: ser el primero a sumar 1.000 km y llegar a la meta.
4. Jenga. ¿Recordáis el Mikado, el juego de los palets chinos? Pues el Jenga se le parece mucho, aunque aquí lo que hay que sacar son fichas rectangulares de madera que forman una torre. La precisión, la concentración y la habilidad que tengáis en los dedos serán clave para jugar y ganar, o simplemente para hacer un buen papel. Es un juego que puede durar horas, donde la paciencia se hace indispensable. El objetivo es sencillo: no hacer caer la torre de piezas.
5. Dixit. Este es uno de estos juegos que ya se ha convertido en uno de los clásicos de mi ludoteca. Los jugadores se expresan y comparten emociones, sentimientos o creencias a través de los dibujos metafóricos de las cartas y acaban conociéndose más entre ellos. Cuando conseguimos acertar cuál es la carta del jugador que trae el turno, ganamos puntos. Pero también si confundimos a los jugadores con nuestra carta. El objetivo es ser el primero en llegar a 30 puntos. ¡Atención! pueden jugar hasta 12 personas.