El tiempo es
demasiado lento para quien espera,
demasiado rápido para quien teme,
demasiado largo para quien sufre,
demasiado corto para quien disfruta…
Henry van Dyke
Cuando Assumpta Sendra me contó que estaban preparando un monográfico sobre la percepción del tiempo para la revista RE y me preguntó si quería colaborar en él, sus palabras fueron: Porque, Imma, ¿cómo es el tiempo cuando jugamos?
Ya sabéis que me encantan algunas preguntas. Son para mí un gran disparador. Lo primero que me vino a la cabeza fueron unas palabras de Sarah Ban Breathnach, de su libro Simple Abundance, que dicen: «El tiempo […], un extravagante regalo destinado a ser experimentado más que comprendido.» Y es desde esta experimentación del tiempo de juego y no tanto desde su comprensión que comparto mi reflexión.
Cuando hablamos de juego a menudo aparece el concepto tiempo, y lo hace desde distintas perspectivas: ¿Hablamos de la vivencia del tiempo cuando nos ponemos a jugar o de los minutos antes de decidir si aceptamos la invitación al juego? ¿Del tiempo como elemento de juego? ¿Del tiempo que necesitamos para recoger y acabar el juego?
Ahora podéis leer el resultado en la revista RE 96 titulado «La percepción del tiempo». Allí encontraréis mis reflexiones y muchas otras cosas que sumadas, multiplican: preocupaciones, saberes y emociones.
Espero que tengáis tiempo para dar una ojeada. Y si queréis compartir vuestro tiempo… contad en las redes cómo es vuestra vivencia del tiempo cuando jugáis.