10 consejos para una buena elección de juguetes

Los juguetes son objetos misteriosos, casi mágicos. Muchos de ellos, como las peonzas, las pelotas, las muñecas, el domino, la oca, el ajedrez, el go…, han sobrevivido la sociedad que las ha creado y han trascendido las barreras del tiempo y del espacio. Sin duda, han conectado y siguen conectando con las necesidades lúdicas (de crecimiento sano y armónico) del ser humano y abren diferentes posibilidades de respuesta.

Un juguete no es un objeto para el simple entretenimiento: los juguetes actúan como objetos mediadores entre el juego y el niño y, por tanto, estimulan y enriquecen el juego. Si un juguete no motiva la imaginación y la curiosidad infantiles y, en consecuencia, no es fuente de descubrimiento y disfrute, no podemos considerarlo como tal.

Elegir un juguete para ofrecerlo a un niño es un acto de amor cargado de posibilidades de aprendizaje y crecimiento. No deberíamos regalarlo nunca para calmar nuestra ansiedad o nuestro sentimiento de culpa, y todavía menos, para aparcar a la criatura y que se entretenga sola mientras nosotros nos dedicamos a otras cosas. Recordad que en casa, los niños tienden a tener muchos más juguetes de los que necesitan, y el exceso de juguetes inhibe las ganas de jugar. Así, pues, tengamos en cuenta que en el caso de los juguetes «menos puede ser más».

Con demasiada frecuencia la elección de juguetes queda relegada a criterios de precio o, lo que es aún peor …, del sexo de la criatura que va a recibirlo. Si es para hacer un regalo, la idea de «por el mismo precio alpargata grande», sigue condicionándonos. Y si se trata de una compra por impulso, nos dejamos deslumbrar casi que sin vergüenza.

Todo esto parece (y es) muy contradictorio con lo que nos dicen la mayoría de las familias: ¡nosotros sólo compramos juguetes educativos! Pero, ¿se pueden comprar juguetes educativos si nos dejamos guiar por el precio, el sexo del niño o la novedad, es decir, por criterios que tienen muy poco que ver con la educación?

Con demasiada frecuencia entramos en los comercios de juguetes por inercia cuando se acerca un aniversario o navidad, cuando sentimos un brote de culpabilidad o cuando perseguimos a las criaturas que corren detrás de la última muñeca o el último videojuego que han aparecido en el mercado. A raíz de esta reflexión, compartí con Trinitat Gilbert 10 consejos para elegir juguetes con sensatez en el suplemento «Criatures» del periódico Ara, justo unos días antes de la vuelta al colegio.

¡Espero que os guste y, sobre todo, que os sea práctico!

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2 Comments

  1. Beatriz 27 enero, 2020 at 21:33

    Muy interesante, en mi caso procuro que no me influya el precio ni el rol de los juguetes que le compro a mi hija pero sí que le hagan feliz y pueda aprender cosas de valor con ellos. Cuánta razón lo de menos es más!!!
    Gracias por este artículo. Un saludo 🙂

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    1. Imma Marín 29 enero, 2020 at 9:13

      Gracias Beatriz. Me alegro de que la reflexión te haya resultado útil.
      Lo importante es que los juguetes brinde tiempo de juego a nuestros hijos/as y todavía mejor si podemos compartir con ellos/as esos momentos. ¡Un abrazo y mucho juego!

      Reply

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