Empiezo compartiendo una noticia que me hace especialmente feliz. Acabo de recibir el premio Amiga del Juego 2022 de manos del Ayuntamiento de La Seu, con motivo de la sexta edición del Festival del Juego del Pirineo. Los premios siempre hacen ilusión, pero este me entusiasma especialmente. Por tres motivos:
- Porque es un reconocimiento a mi recorrido, y ahora que ya peino canas, esto representa una inyección de motivación extra.
- Porque tanto el equipo técnico que hace posible el festival como el equipo municipal, que decide quién será el premiado o la premiada, me han transmitido su entusiasmo y cariño. ¡Y no solo a mí! Todo el festival respira ese entusiasmo, pasión y compromiso con los juegos, especialmente los juegos de mesa, como exponente de cultura.
- Porque el premio ha ido a una mujer. Por desgracia, en este sector, como en tantos otros, la visibilización de las mujeres todavía no es muy habitual. Por tanto, estoy muy feliz de contribuir a la normalización de un hecho: ¡jugamos y disfrutamos de jugar tanto hombres como mujeres!
Así que… ¡Tres premios en uno!
Pero no quiero hablar más de mí… Bueno, solo una cosa más. En el acto de entrega del premio, tuve la oportunidad de ofrecer una conferencia con una primicia. Después de haber compartido por activa y por pasiva los poderes del juego, quise reflexionar sobre “L’ànima del joc” (‘El alma del juego’), un tema que me ocupa desde hace tiempo y que el festival me ha brindado la oportunidad de empezar a compartir. Pero, de qué va, eso del alma del juego, ya os lo contaré en otro post.
Sí que quiero extenderme un poco sobre este festival para que os lo apuntéis en la agenda y estéis atentas, todas las personas amantes de los juegos, para cuando se anuncie su próxima edición. ¡Yo no me la pienso perder!
El Festival del Juego del Pirineo se inspira en los festivales franceses como los de Angulema o Parthenay, tal como hizo en su día el Festival Internacional de Juegos de Vitoria-Gasteiz, que se celebró durante más de 10 años y que ha desaparecido (como tantas otras cosas).
Es, por tanto, un festival que convierte la ciudad en un gran tablero de juego ofreciendo, en este caso, seis ludotecas repartidas por diferentes espacios emblemáticos de la ciudad, tanto interiores como exteriores. Hemos podido jugar grandes y pequeños, familias enteras alrededor de una mesa o compartiendo un juego gigante o tradicional. Juegos de mesa y juegos de rol para jugadores avanzados y noveles, de partidas largas y complejas o más rápidas y sencillas, wargames, amantes de los juegos populares y tradicionales e incluso espadas en la calle. Sin olvidarnos del torneo de Catan y la partida gigante de Carcasona. En fin, ¡más de 30 actividades para que no faltara de nada!
Las tiendas de la ciudad también se sumaron a la partida y organizaron un par de concursos en sus escaparates. Y los restaurantes, incluido el Parador Nacional, no quisieron quedarse fuera de juego y se decidieron por ofrecer menús inspirados en juegos. La ciudad entera comprometida a convertir, por unos días, La Seu en capital del juego. Todos y todas hemos podido probar y disfrutar de lo que más nos gusta: ¡jugar!
Sin embargo, todo esto es posible gracias al compromiso, propósito y generosidad de muchas personas que consiguen que este festival sea tan especial. Empiezo por el propio Consistorio, con su alcalde Francesc Vilaplana, su vicealcalde Jordi Fàbregas y su concejala de Desarrollo Local Mireia Font al frente. La editorial Devir, patrocinadora, junto con el Instituto para el Desarrollo y la Promoción del Alt Pirineu y Aran (IDAPA). Ocho partners, entre los cuales quiero destacar el equipo de Ayudar Jugando, compañeros de partida imprescindibles, y todas las personas y equipos que presentaron sus juegos y los dinamizaron.
En cuanto a los juegos, os recomiendo los ganadores, por supuesto:
- Mejor juego de mesa infantil: Monstrys, de Ignasi Ferré y con ilustraciones de David Forés, que publica En Peu de Joc Edicions, que, para quien no lo sepa, publican desde L’Hospitalet de Llobregat.
- Mejor juego de mesa familiar/adultos: The Red Cathedral, de Israel Cendrero y Sheila Santos, con ilustraciones de Chema Román y Pedro Soto, que publica Devir.
- Mejor juego de rol: Balada triste de la ciudad, de Pepe Pedraz, que publica El Refugio Editorial.
Y le sumo Alcachofas ¡No, Gracias! de Devir, con el que hicimos un par de partidas de lo más singulares con Nau Puig, docente e inventor de juegos, Bego, una de las voces de Juegos con Orgullo y Meritxell Nieto, docente de secundaria, apasionada de los juegos de mesa (también en el aula), ¡y en compañía de Mary Poppins, Cruella de Vil y otras maléficas!
En los festivales juegas y conoces muchos juegos, pero, sobre todo, conoces a personas que merecen la pena. ¡Ya veis! Y aún añado unos cuantos más. ¡No dudéis en seguirles la pista! Empiezo por Joel de Lleida Juga, David Díaz, alias Detective Papaya, Inma Gallardo, presidenta de la asociación LUDO de autores y autoras de juegos de mesa, Emiliano Labrador, sabio del mundo de los juegos y de los videojuegos y miembro de Revolución Basada en el Juego, Roberto Alhambra, autor de juegos de rol y literatura fantástica, David Tugués, consultor en ludificación, la gente de REGIRAROCS, arqueólogos y divulgadores, Víctor Baroja, amante de los juegos tradicionales, y el grupo de Companyia de Jocs l’Anònima. Termino con Marc Travé y Pablo Giménez, el magnífico equipo organizador del festival.
La Seu se convirtió en una ciudad jugable, pero, sobre todo, en una ciudad jugada por niños y niñas, familias, jóvenes y adultos que queríamos disfrutar del juego haciendo y compartiendo cultura. Sin duda, el título de mi conferencia no podía ser más adecuado, ¡porque el Festival del Juego del Pirineo es realmente un festival con alma de juego!
Yo estaré al tanto para reservarme las fechas para no perderme su séptima edición, que ya se está cociendo. ¡Este festival es IM-perdible!
Felicidades Imma por un premio tan merecido!!!!
Un abrazo gigante
desde Argentina
Angela Ridao
¡Muchas gracias, Ángela!